Es común que con
la actividad diaria, el trabajo, las diligencias y todos los quehaceres
realizados en nuestras vidas, a veces comamos lo que haya, lo que sea más fácil
o lo que esté a nuestro alcance. Comenzamos la jornada temprano y poco a poco a
medida que pasa el día, incorporamos comidas cuando sentimos que comienza la
sensación de hambre, sin embargo hay veces que nos preguntamos ¿Por qué hay
días en los que comemos más que en otros?
Quizás
pensamos que es el tipo de comida, o las horas en que las ingerimos, y si, esto
tendría sentido en cierta parte. No obstante, ¿Te has puesto a pensar si en realidad tomaste suficiente agua en aquellos días donde la “ansiedad” hizo que acabaras con
la despensa? Es una pregunta lógica pero que casi nadie se toma un momento para
hacérsela. En un post anterior publiqué Agua para nuestras vidas, el cual
refleja la importancia del agua en nuestro organismo y las principales funciones
que cumple en todo sistema de nuestro cuerpo. En este sentido, existe una
cierta particularidad con la confusión en cuanto a sed y hambre, que quizás es
la misma por la cual muchas personas que incrementan su peso, ponen toda su
culpa en la “ansiedad”.
La Dra. María Paula Estela Villegas, Co-Fundadora de Live Life Nutrition For The
Soul, explica en su artículo ¿Es hambre o es sed?, “La mejor estrategia
es cargar una botella o termo. Tener otra en el puesto de trabajo, y al
principio trabajar en crear el hábito. Luego el cuerpo te pedirá sin que te des
cuenta, tu consumo de agua promedio”. Esto explica de manera clara que podemos
acostumbrar al cuerpo a que nos indique cuanta cantidad de agua debemos
suministrarle diariamente. Para este caso, uno de los métodos más eficaces para
el reconocimiento de sensación de vacío consiste en que cuando tengamos las
“ansias” o hambre, tomemos un vaso de agua, esperemos de 10 a 15 minutos y
verificamos si seguimos con la sensación de vacío, si persiste, debemos
hacernos algunas interrogantes como: ¿Hace cuanto fue la última vez que comí? ¿Qué
cantidad de alimento ingerí en mi última comida? Esto nos dará un diagnostico
aproximado de la veracidad que tenemos si en realidad es hambre (porque tenemos
mucho tiempo sin comer) o si simplemente es sed. Esta técnica de reconocimiento puede
repercutir en la eliminación de algunas calorías extra que pudiésemos ingerir
de forma errónea por no saber en realidad que está sucediendo en nuestro
estómago
Generalmente,
las personas que han perdido el control
de su peso no realizan un debido consumo de agua y por ende eliminan alguna
sensación de vacío con cualquier tipo de alimento. Esto conlleva al exceso de
acumulación de grasa y puede desencadenar principalmente sobrepeso y
enfermedades cardiovasculares. Debemos tomar conciencia de las consecuencias que
puede desencadenar el simple hecho de pensar que tenemos ansiedad, cuando en
realidad nuestro cuerpo lo que nos pide es agua.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario