viernes, 8 de abril de 2016

¿Es hambre o sed?



Es común que con la actividad diaria, el trabajo, las diligencias y todos los quehaceres realizados en nuestras vidas, a veces comamos lo que haya, lo que sea más fácil o lo que esté a nuestro alcance. Comenzamos la jornada temprano y poco a poco a medida que pasa el día, incorporamos comidas cuando sentimos que comienza la sensación de hambre, sin embargo hay veces que nos preguntamos ¿Por qué hay días en los que comemos más que en otros?

      Quizás pensamos que es el tipo de comida, o las horas en que las ingerimos, y si, esto tendría sentido en cierta parte. No obstante, ¿Te has puesto a pensar si en realidad tomaste suficiente agua en aquellos días donde la “ansiedad” hizo que acabaras con la despensa? Es una pregunta lógica pero que casi nadie se toma un momento para hacérsela. En un post anterior publiqué Agua para nuestras vidas, el cual refleja la importancia del agua en nuestro organismo y las principales funciones que cumple en todo sistema de nuestro cuerpo. En este sentido, existe una cierta particularidad con la confusión en cuanto a sed y hambre, que quizás es la misma por la cual muchas personas que incrementan su peso, ponen toda su culpa en la “ansiedad”.



      La Dra. María Paula Estela Villegas, Co-Fundadora de Live Life Nutrition For The Soul, explica en su artículo ¿Es hambre o es sed?,La mejor estrategia es cargar una botella o termo. Tener otra en el puesto de trabajo, y al principio trabajar en crear el hábito. Luego el cuerpo te pedirá sin que te des cuenta, tu consumo de agua promedio”. Esto explica de manera clara que podemos acostumbrar al cuerpo a que nos indique cuanta cantidad de agua debemos suministrarle diariamente. Para este caso, uno de los métodos más eficaces para el reconocimiento de sensación de vacío consiste en que cuando tengamos las “ansias” o hambre, tomemos un vaso de agua, esperemos de 10 a 15 minutos y verificamos si seguimos con la sensación de vacío, si persiste, debemos hacernos algunas interrogantes como: ¿Hace cuanto fue la última vez que comí? ¿Qué cantidad de alimento ingerí en mi última comida? Esto nos dará un diagnostico aproximado de la veracidad que tenemos si en realidad es hambre (porque tenemos mucho tiempo sin comer) o si simplemente es sed. Esta técnica de reconocimiento puede repercutir en la eliminación de algunas calorías extra que pudiésemos ingerir de forma errónea por no saber en realidad que está sucediendo en nuestro estómago

      Generalmente, las personas que han  perdido el control de su peso no realizan un debido consumo de agua y por ende eliminan alguna sensación de vacío con cualquier tipo de alimento. Esto conlleva al exceso de acumulación de grasa y puede desencadenar principalmente sobrepeso y enfermedades cardiovasculares. Debemos tomar conciencia de las consecuencias que puede desencadenar el simple hecho de pensar que tenemos ansiedad, cuando en realidad nuestro cuerpo lo que nos pide es agua.


                 

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