jueves, 26 de mayo de 2016

¿QUE ES EL EFECTO REBOTE?



     Es cotidiano que en la actualidad exista un sinfín de “dietas milagrosas” o dietas que llevan el nombre del alimento que se come en cantidad excesiva, con fines de reducir medidas de manera abrupta y rápida. Prometer rebajar más de 1kg semanal o quizás de 5 a 6 kg en un mes son los principales argumentos de este tipo de régimen alimentario. Sin embargo, está científicamente comprobado que desencadenan una controversia llamada efecto rebote, según la Nutricionista y Dietista española, Mely Fernández Porcel “El efecto rebote es aquel fenómeno por el cual quienes redujeron su peso mediante una dieta estricta luego lo aumentan. Se debe a que tras haber estado un tiempo a dieta, con una fuerte restricción de alimentos, los kilogramos perdidos se vuelven a recuperar alcanzando, incluso un peso superior al que existía al comenzar la dieta”.




El cuerpo fundamentalmente se alimenta de tres macronutrientes que son las proteínas, las grasas y los carbohidratos. Generalmente en las dietas milagro, existe una reducción a gran escala de los carbohidratos, hasta su eliminación completa en los casos más graves. Si bien se pierde peso rápidamente, también se pierde salud a la misma velocidad, pues los carbohidratos son la principal fuente de glucosa del cerebro, lo que permite su correcto funcionamiento, en este sentido, al eliminarlos o reducirlos en exceso, el cerebro trabajará a baja marcha produciendo a veces mareos, somnolencia, debilidad y desmayos en los casos más graves.


Si esto ocurre con la reducción de un macronutriente, se pueden imaginar que sucederá si también se reducen las grasas y las proteínas. Si bien las dietas milagro son de escasas calorías (menos de 1.300 en mujeres y menos de 1.500 en hombres), cuando se termina este régimen y se logran eliminar algunos kilogramos en un mes, nuestro cuerpo vuelve a su estado normal de funcionamiento y todas las calorías que se dejaron de consumir en exceso durante la dieta estricta, el cuerpo las exigirá de nuevo, desencadenando el aumento de peso incluso por encima del que se tuvo al comenzar la dieta.



Otro aspecto importante a la hora de explicar esta reducción violenta de calorías y macronutrientes es que no garantizan la pérdida de grasa como tal. Se corre el riesgo de que se pierda masa muscular, debido a que el coste de energía y de nutrientes para mantenerla es muy alto y el cuerpo es consciente de que no tiene la energía suficiente para este proceso, siendo más fácil deshacerse de esas fibras lentamente que mantenerlas



Todos estos procesos degenerativos de salud, explican de una manera breve pero concisa la polémica que tienen estas dietas milagro o de reducción calórica abrupta. Lo ideal es que un especialista en Nutrición y Dietética evalúe las necesidades de cada cuerpo, determine cuantas calorías al día se necesitan para mantener el peso actual y continuamente se vayan disminuyendo calorías del plan de alimentación para que no exista el efecto rebote, es mejor perder peso poco a poco y de manera segura, para que el cuerpo pueda acostumbrarse a las reducciones consecutivas, en vez de perder kilos de forma excesiva y rápida pero con repercusiones negativas para la salud.


                

jueves, 5 de mayo de 2016

¿CÓMO ELEGIR UNA BUENA MERIENDA?


Cuando se trata de mantener un equilibrio nutricional, es importante incorporar alimentos adecuados a las meriendas; estas van a estar intercaladas entre cada una de las comidas principales. En este sentido, las meriendas ayudan a mantener la ingesta de alimentos continuamente, permitiendo que no pase un período muy largo entre el desayuno-almuerzo y entre el almuerzo-cena para que, primero el metabolismo del cuerpo no se ponga más lento y segundo, cuando se coma un plato principal, no se ingiera comer como si no hubiese un mañana.


Ahora bien, ¿Cómo elegir las meriendas de una manera adecuada?; generalmente las frutas son óptimas para merendar debido a su bajo aporte calórico por cantidades grandes de alimento y que la mayoría contiene una humedad relativamente alta. En este sentido, se ponen como ejemplo las fresas, 100 gramos de fresas aportan únicamente 39 calorías, mientras que si se opta por una galleta de soda, ésta contiene 110 calorías por paquete de 3 unidades aproximadamente, es decir, ¡UN PAQUETE DE GALLETAS DE SODA EQUIVALE A 280 GRAMOS DE FRESAS! ¿Increíble no? Aunado a esto, a la hora de la saciedad, un paquete de galletas de soda no satisface igual que 100 gramos de fresas, algo que es importante tenerlo en cuenta. Con esto no se quiere satanizar las galletas, sino dar un ejemplo diferencial de estos alimentos.


Por otra parte, no es solo la fresa comparada a la galleta de soda, frutas como la patilla, el melón, la lechosa y la piña son alimentos relativamente bajos en calorías y ayudan a mantener la saciedad por mayor tiempo debido a la humedad contenida en ellos. Otros alimentos importantes a la hora de la merienda son los frutos secos (maní, almendras, nueces, avellanas), ya que contienen ácidos grasos que ayudan a nivelar el colesterol, sin embargo de deben comer en cantidades no muy grandes por merienda (generalmente un puñado) o en tal caso de ser la presentación untable (como por ejemplo mantequilla de maní), una cucharada pequeña acompañando una fruta seria excelente. También está el yogurt descremado o bajo en grasa, pues de manera global unos 200 ml de yogurt aportan aproximadamente 80 calorías y en su mayoría contienen probióticos que favorecen la digestión y el tránsito intestinal, una excelente opción como merienda.


Entonces una buena merienda podría ser de manera general, alguna de estas opciones:

  • 1 taza y media de patilla (150 gramos), 31 calorías.
  • 1 taza y media de fresas (150 gramos), 60 calorías.
  • 1 taza y media de melón (150 gramos), 31 calorías.
  • 1 rodaja de piña (100 gramos), 55 calorías.
  • Yogurt descremado (200ml), 80 calorías.
  • Un puñado de frutos secos maní, almendras, nueces, avellanas (20 gramos aproximadamente), 90 calorías.




Cabe destacar que cuando alguna persona está en una fase de aumento de masa muscular, probablemente sus meriendas varíen; como el músculo es formado por la proteína, las meriendas deben ser en su mayor proporción con un alto aporte proteico, ya que las frutas no tienen un alto valor proteico en comparación con carnes magras como la pechuga de pollo, la pulpa negra o el huevo.


Entonces al momento de elegir una merienda, la recomendación seria optar por frutas, frutos secos o yogurts que satisfagan el paladar y evitar aquellos alimentos procesados que si bien son considerados mundialmente como “sanos”, afectan significativamente el aporte calórico cuando se está en un plan de alimentación o se quiere tener una vida mas saludable.