Es cotidiano que en
la actualidad exista un sinfín de “dietas milagrosas” o dietas que llevan el
nombre del alimento que se come en cantidad excesiva, con fines de reducir
medidas de manera abrupta y rápida. Prometer rebajar más de 1kg semanal o quizás
de 5 a 6 kg en un mes son los principales argumentos de este tipo de régimen alimentario.
Sin embargo, está científicamente comprobado que desencadenan una controversia
llamada efecto rebote, según la Nutricionista y Dietista española, Mely Fernández Porcel “El efecto rebote
es aquel fenómeno por el cual quienes redujeron su peso mediante una dieta
estricta luego lo aumentan. Se debe a que tras haber estado un tiempo a dieta,
con una fuerte restricción de alimentos, los kilogramos perdidos se vuelven a
recuperar alcanzando, incluso un peso superior al que existía al comenzar la
dieta”.
El cuerpo fundamentalmente se alimenta
de tres macronutrientes que son las proteínas, las grasas y los carbohidratos.
Generalmente en las dietas milagro, existe una reducción a gran escala de los
carbohidratos, hasta su eliminación completa en los casos más graves. Si bien
se pierde peso rápidamente, también se pierde salud a la misma velocidad, pues
los carbohidratos son la principal fuente de glucosa del cerebro, lo que
permite su correcto funcionamiento, en este sentido, al eliminarlos o
reducirlos en exceso, el cerebro trabajará a baja marcha produciendo a veces
mareos, somnolencia, debilidad y desmayos en los casos más graves.
Si esto ocurre con la reducción de un
macronutriente, se pueden imaginar que sucederá si también se reducen las
grasas y las proteínas. Si bien las dietas milagro son de escasas calorías (menos
de 1.300 en mujeres y menos de 1.500 en hombres), cuando se termina este régimen
y se logran eliminar algunos kilogramos en un mes, nuestro cuerpo vuelve a su
estado normal de funcionamiento y todas las calorías que se dejaron de consumir
en exceso durante la dieta estricta, el cuerpo las exigirá de nuevo, desencadenando
el aumento de peso incluso por encima del que se tuvo al comenzar la dieta.
Otro aspecto importante a la hora de
explicar esta reducción violenta de calorías y macronutrientes es que no
garantizan la pérdida de grasa como tal. Se corre el riesgo de que se pierda
masa muscular, debido a que el coste de energía y de
nutrientes para mantenerla es muy alto y el cuerpo es consciente de que no
tiene la energía suficiente para este proceso, siendo más fácil deshacerse de
esas fibras lentamente que mantenerlas
Todos estos procesos degenerativos de salud, explican de una manera
breve pero concisa la polémica que tienen estas dietas milagro o de reducción calórica
abrupta. Lo ideal es que un especialista en Nutrición y Dietética evalúe las
necesidades de cada cuerpo, determine cuantas calorías al día se necesitan para
mantener el peso actual y continuamente se vayan disminuyendo calorías del plan
de alimentación para que no exista el efecto rebote, es mejor perder peso poco
a poco y de manera segura, para que el cuerpo pueda acostumbrarse a las reducciones consecutivas,
en vez de perder kilos de forma excesiva y rápida pero con repercusiones
negativas para la salud.