El cuerpo humano necesita para su
supervivencia, la ingesta de macronutrientes (mayor cantidad), que se encuentran en los alimentos. En
este sentido, existen tres principales que van aportarán al
organismo la cantidad de calorías necesarias durante el día, los Carbohidratos,
los Lípidos y las Proteínas. A pesar de tener diferentes funciones, todos en su
correcto consumo son beneficiosos para la salud.
Primero están los Hidratos de Carbono
o Carbohidratos,
de éstos se obtiene la principal fuente de energía en forma de glucógeno almacenado
en el hígado y en los músculos. Gracias a ellos, llega glucosa al cerebro para
que éste pueda funcionar de manera adecuada. Cada gramo de carbohidratos aporta
4 Kcal (Calorías), es recomendable ingerir aproximadamente 60-65% de
carbohidratos en el plan de alimentación.
Los carbohidratos se dividen en Simples y Complejos. En los simples mientras más
refinados sean (tratados o modificados mediante algún proceso físico o químico), más rápido se libera la glucosa en la sangre, lo que
provoca un desequilibrio a nivel de azúcar y energía. Por otra parte, los
complejos se liberan lentamente y de forma sostenida contribuyendo al control
del apetito.
Así mismo, este nutriente debe
constituir la mayor proporción de la ingesta diaria. Eliminarlos según algunas
“dietas” podría traer consecuencias devastadoras que se pueden pagar muy caro. Algunos
carbohidratos simples son: azúcares, frutas, verduras, galletas, pasta, miel,
mermelada, refrescos, entre otros. En los carbohidratos complejos se encuentran:
plátano, arroz integral, papa, tubérculos.
Por otra parte, están Los lípidos, que aportan la energía de
reserva en el organismo. Son importantes, ya que ayudan al recubrimiento de los
órganos siendo aislantes térmicos (resistente de temperaturas). Cada gramo de
lípidos aporta 9 Kcal (Calorías) al organismo y su ingesta básica es de 25-30%
diariamente. Estos se dividen en:
Saturados: Nocivos para la salud, pues elevan el colesterol LDL, “colesterol
malo” (Embutidos, tocino, mantequilla, crema de leche)
Monoinsaturados: Por ejemplo
el ácido omega-9. (Aceite de Canola y de Oliva, maní, almendras)
Poliinsaturados: Acido omega-3 y
ácido omega-6. (Aceites de pescado, girasol, maíz, nueces, aguacate)
Por último, pero no menos importante
están Las Proteínas, siendo el principal
constituyente muscular que también cumple función de transporte, estructural, reguladora, entre otras.
Éste nutriente aporta 4 Kcal (Calorías) por gramo y debe estar presente en un
12-15% de la alimentación diaria. El exceso en la ingesta de proteínas puede
interferir en el funcionamiento de los riñones, ya que se estarían forzando a trabajar mucho más de lo normal en el proceso de filtración. Algunos ejemplos de alimentos
con alto contenido proteico son: Huevos, Pollo, Pavo, Carne de cerdo, Carnes
rojas, Pescados, Leche.
Una correcta distribución de estos macronutrientes en el plan de alimentación, contribuye a cubrir todas las necesidades calóricas del organismo. Es recomendable no dejar de consumir ninguno, independientemente de los objetivos que se quieran, ya que la función que desempeña cada uno es importante para el cuerpo humano.